Por Alice Barbosa (@aliceviralata), periodista y fundadora de Árbitros NBA
ESPN divulgó hoy un artículo sobre la incidencia y el contacto con el COVID-19 para los árbitros de NBA y cómo éste está impactando las designaciones para los juegos, causando la insatisfacción de las franquicias. Nuestro proyecto Árbitros NBA, aquí o en Twitter, está acompañando la ausencia frecuente de los árbitros, fuera del intervalo de cinco días para su descanso, o de la reincidencia de la presencia de apenas dos para los juegos.
Después del escándalo, en 2007, del árbitro Tim Donaghy y de la mafia de apuestas, las comunicaciones relativas al arbitraje son limitadas y hay una carencia de detalles – el número de sitios de apuestas está aumentando, y su base son informaciones subjetivas de los profesionales para los que apuestan en estos sitios web. Por lo tanto, no hay mucha información sobre la ausencia de un árbitro en un partido, y las listas para los partidos son divulgadas por la liga menos de 12 horas antes del juego.
Los árbitros de la NBA viajan por Estados Unidos a través de vuelos comerciales, a diferencia de los equipos, que tienen vuelos chárter exclusivos. Aunque los asientos están reservados en primera clase, existe la inevitable estancia, incluso durante horas, en las salas VIP del aeropuerto. Así, el riesgo de contaminación por COVID-19 o contacto con personas infectadas es alto, lo que hace que la designación de arbitraje se vea comprometida.
“Nosotros en la NBA estamos pasando para una situación dura, especialmente con los árbitros que viajan en aviones comerciales. Deseamos que los árbitros y los equipos con quienes actúan estén seguros. Entonces, en un exceso de precaución, colocamos a estos profesionales en el protocolo de rastreo de contacto, aunque el riesgo de infección sea mínimo”, dice Monty McCutchen, vicepresidente de Desarrollo y del Entrenamiento del Arbitraje.
El cuidado hizo que muchos profesionales, antes del inicio del partido, no estuvieran en la cancha, sobretodo cuando una prueba rápida para la detección del coronavirus tiene un positivo o un resultado inconclusivo. El partido entre los Celtics de Boston y los Nets de Brooklyn, celebrado el 11 de marzo, fue uno de los enfrentamientos que contó con sólo dos profesionales en la cancha. Brent Barnaky no pudo cumplir con sus funciones.
Los veteranos con Bill Spooner, que tiene 32 años de servicio prestados, no aparecen en las listas proporcionadas por la NBA; la distribución de los árbitros para los juegos se realiza por software y se centra en las oficinas de la liga en la ciudad de Secaucus, Nueva Jersey, que también abriga las instalaciones del Replay Center. Lesiones ortopédicas, problemas de salud previos o COVID-19 – el pacto de silencio sobre los árbitros reina en la NBA.
Con la falta y la intermitencia de tantos profesionales, la NBA ha estado designando árbitros sin dedicación exclusiva, que todavía trabajan a tiempo completo en ligas como la G League o la WNBA. Hoy, cinco de ellos actuarán en la ronda, todos en tercera posición, la de umpire: Robert Hussey, Dannica Mosher, John Conley, Brandon Schwab y Danielle Scott.
La falta de tiempo para actuar en la NBA de estos profesionales ha estado atrayendo la atención de las franquicias. Los gerentes de los equipos, entrevistados de forma anónima, reportaron molestias con la situación, asegurándose de que los resultados pueden cambiar debido a estos árbitros. “Jóvenes e inexpertos”, opinó un ejecutivo. Pero McCutchen es enfático y responde a las críticas citando el trabajo de los profesionales de las otras ligas contiguas.
“Nuestras métricas y datos muestran que estamos mejor este año, de forma integral, con la toma de decisiones (en los partidos). Los seis árbitros más destacados de la G League estarán en algunos partidos de la NBA este año. Serán presionados para mostrar más servicio, pero están a punto de estar a tiempo completo en la liga”.
